Las herramientas digitales implementadas durante el aprendizaje a distancia en la pandemia tienen que ser perfeccionadas para la próxima fase de la educación digital: aumentar la interacción profesorado-alumnado y mejorar los métodos de evaluación
Esa fue la principal conclusión a la que llegó un panel de expertos en tecnologías digitales de la educación superior reunidos en el seminario web Impulsar y medir el éxito en la educación superior por medio de herramientas de educación digital en España, organizado por Times Higher Education (THE) con el patrocinio de Class, proveedor de servicios educativos digitales.
Massimo Gentili, jefe de Class para Europa, Oriente Medio, y África, dijo que las herramientas digitales inevitablemente van a profundizar en elementos muy específicos de la educación superior, yendo más allá de los sistemas habituales de videoconferencias, por ejemplo.
“Aún nos falta mejorar la participación entre los profesores y los estudiantes, y hace falta una mayor motivación. De cara al futuro, las universidades van a buscar mayor flexibilidad y accesibilidad, para poder abordar las deficiencias en materia de igualdad y oportunidades”, dijo Gentili.
“Pero también van a buscar una mayor personalización para poder apoyar el crecimiento y el bienestar de los estudiantes. Ya no se habla solo de ir físicamente al campus, también se habla ya de aprendizaje remoto, porque hay muchos escenarios diferentes y nos tenemos que adaptar a ellos”, añadió.
Class, un proveedor fundado hace dos años, eligió Zoom para desarrollar la plataforma que hoy ofrece a las universidades: aparte de las ya conocidas videollamadas, Class añadió otras funcionalidades para “transformar Zoom en un aula virtual” en todo el sentido, según Gentili.
Judith Báguena Polo, coordinadora del programa de química del Institut Químic de Sarrià (IQS), perteneciente a la Universidad Ramon Llull de Barcelona, dijo que programas de mensajería instantánea relativamente sencillos ya han permitido aumentar significativamente la retroalimentación a los estudiantes y el trabajo en grupo entre éstos y el profesor.
“Esta retroalimentación en plataformas así es muy positivo, porque hoy se puede enseñar y aprender desde donde sea”, dijo Báguena.
Sergio Saldaña Prieto, líder de evolución digital de la Universidad Francisco de Vitoria en Pozuelo de Alarcón, Madrid, dijo que la educación digital en ocasiones facilita en mayor medida la evaluación continua.
“El alumno puede, en tiempo real, ver cómo está al principio de una clase y cómo está al final, a través de unas preguntas, por ejemplo. Eso le hace consciente de lo que ha aprendido, y esto igual no lo teníamos tanto en cuenta antes”, dijo Saldaña.
Ángel Luis Rubio, vicedecano de calidad e innovación docente de la Universidad Complutense de Madrid, añadió que el profesorado menos adaptado a las nuevas tecnologías haría bien en aprender de unos estudiantes que, hoy en día, han nacido siendo tecnológicos.
“Son generaciones muy preparadas, y los profesores hemos aprendido de ellos en estos dos años, usando aplicaciones que no eran comunes antes. Los que hemos nacido con la tecnología lo vamos a seguir haciendo, aunque haya cierta resistencia entre algunos profesores”, dijo Rubio.
El panel:
- Judith Báguena Polo, coordinadora del del programa de química del Institut Químic de Sarrià (IQS), Universidad Ramon Llull, Barcelona
- Massimo Gentili, jefe de Class para Europa, Oriente Medio, y África
- Jonathan López, periodista, Times Higher Education (moderador)
- Sergio Saldaña Prieto, líder de evolución digital, Universidad Francisco de Vitoria, Pozuelo de Alarcón (Madrid)
- Ángel Luis Rubio, vicedecano de calidad e innovación docente, Universidad Complutense de Madrid
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